
En 1946 la NASA llevó a cabo uno de los experimentos más divertidos que se pueden hacer en un túnel de viento: meter dentro a una persona y ver cuánto resiste. Afortunadamente, lo grabaron en vídeo y gracias a eso ahora podemos ver la cara que ponía el pobre hombre que sufrió el experimento.
El experimento se llevó a cabo en uno de los túneles de viento de altas velocidades del célebre Langley Research Center. La víctima se introdujo en la cámara de ensayos de dicho túnel y se fue aumentando progresivamente la velocidad del flujo.
Como se puede ver al principio del vídeo, el procedimiento era algo rudimentario: ataban al sujeto en una silla debajo del túnel de viento, y entre ocho tíos levantaban la silla para sumergir a la víctima en el flujo de aire.
Los ensayos comienzan a una velocidad de Mach 0.04, lo que equivale a unos 59 km/h. A partir de ahí la velocidad no para de aumentar. A partir de Mach 0.22 ya se ve que el tío está algo incómodo, lo que es perfectamente comprensible si se tiene en cuenta que eso equivale a unos 265 km/h. Sorprendentemente, siguen aumentando la velocidad, alcanzando un número de Mach de 0.58, lo que equivale a unos 735 km/h.
Estamos hablando de unas velocidades brutales. No sé si habréis sacado alguna vez la cabeza por la ventanilla del coche yendo a 120 km/h, pero imagináos haciéndolo a más de 700 km/h…
https://www.youtube.com/watch?v=9V49oBXCEEY